Romper el hielo

Bienvenidos a la Pequeña España

Hoy nos vamos al quinto pino.
Durante años, el Ártico estaba reservado a los científicos que estudian la climatología, a los aventureros, los intrépidos, las focas y los osos polares porque es un entorno realmente inhóspito.
Hoy en día, el Polo Norte parece el camarote de los hermanos Marx. Por dos razones: está, en primer lugar, la búsqueda incansable de recursos naturales. El mundo es cada vez más pequeño, ya quedan muy pocos sitios intocables con respecto a nuestro consumo desaforado de energía.
En segundo lugar, dicen los expertos que el hielo del Polo Norte se está fundiendo y eso abre nuevas perspectivas, es decir, nuevas rutas marítimas. El planeta Tierra es un inmenso negocio y menos hielo significa menos tiempo de navegación, menos combustible, más beneficios.
Los países más interesados son los colindantes con el Polo Norte, es decir, Rusia, por supuesto, Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca a través de Groenlandia, Canadá y Estados Unidos, mediante Alaska. Y, luego, está China, el perejil de todas las salsas.
En el Polo Norte hay gas y petróleo, y todos están realizando prospecciones y actualizando cartas marinas para el futuro. Pero hay un problema, un problema muy interesante.
El hielo se fundirá, o no, pero de momento, hay que partirlo, y para eso hace falta un buque especial, un rompehielos. Y si hacemos el inventario de los rompehielos que hay por el mundo, la sorpresa es mayúscula.
Estas son las flotas actuales en materia de rompehielos:
Rusia, cuarenta y siete.
Finlandia, ocho.
Suecia, ninguno.
China, seis.
Canadá, diecinueve.
Estados Unidos, tres. Sólo tiene tres.
Así las cosas, Donald Trump ha anunciado la inminente adquisición de cuarenta y ocho rompehielos. Canadá quiere doce más y China quince. Los rusos van a lo suyo, siguen construyendo rompehielos porque viven rodeados de hielo por el norte.
Un rompehielos cuesta dos mil millones de euros. Estamos hablando de diez mil toneladas de acero y de una eslora de ciento cuarenta metros. Son unas bestias del mar capaces de fracturar hasta cuatro metros de hielo por debajo de la superficie.
¿Y cuál es el problema? Pues que Occidente, es decir, Europa, Estados Unidos y Canadá, han abandonado la industria de los rompehielos. Los verdaderos expertos con capacidad de producción actualizada son Rusia y China, y teniendo en cuenta la situación internacional, es posible que comprar un rompehielos no sea tan sencillo. Así que van a tener que construir otra vez, reabrir o adaptar los astilleros que habían sido abandonados o que se dedican exclusivamente a la fabricación de cruceros y otros tipos de embarcaciones.
Así que ya sabéis, si buscáis romper el hielo en materia de inversión…
Hasta pronto.

Publicado el 01/10/2025
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