La hipocresía de Greta Thunberg

Esto que os voy a contar sucedió hace una semana y, seguramente, muchos de vosotros estaréis al corriente. Aún así, merece la pena darle otra vuelta.
El 27 de noviembre, los ríos y canales de diez ciudades italianas aparecieron teñidos de verde. Era la manera de protestar de unos ecologistas por el cambio climático, la huella de carbono y lo que ellos llaman el ecocidio.
A la cabeza de estos guerreros ejemplares estaba la de siempre, la inevitable Greta Thunberg. Después de montar el numerito, fueron detenidos, multados con 150 euros y expulsados del país. Ellos, como de costumbre, se hicieron las víctimas. Primero cometen sus tropelías y luego acusan a las autoridades, sean las que sean, de presiones, vejaciones e incluso torturas.
En primer lugar, hablemos de la acción propiamente dicha. Dicen que es su manera de combatir contra la huella de carbono. Venecia es la ciudad con menos huella de carbono per cápita del mundo, porque no hay coches, la gente camina.
Segundo, esos vertidos van a provocar intervenciones sanitarias, que van a contaminar. Es decir, contaminan los ríos y el gran canal de Venecia para luchar contra la contaminación. Es de una hipocresía total.
En cuanto a la huella de carbono, pocas personas contaminan tanto como Greta porque está todo el día viajando en avión, lo de andar no va con ella, y por donde pisa se desata el caos, véase Dinamarca, Noruega, ahora Italia, etc.…
Todo en ella es fraudulento. Abandonó sus estudios cuando el activismo ecológico se convirtió en su modo de vida, y cobra mucho dinero a cambio de su presencia en estos guateques que montan cada vez con más frecuencia. Se ha hecho rica porque tiene un enorme séquito de tontos útiles muy ingenuos que beben sus palabras, no cobran, pero sí pagan las multas.
Esta muchacha, además de ignorante y mal educada, es una sectaria. Ya me diréis qué beneficios obtiene la Tierra echando pintura y arruinando una obra de arte en un museo, por poner un ejemplo.
Todo es falso, como sus acusaciones de tortura en Israel durante las peripecias de la flotilla de la paz.
Si tan preocupada estás, no te subas a un avión, o a un barco y ocúpate de los problemas de tu país. Está Suecia bonita, ya no tiene nada de paraíso social, con la policía pidiendo ayuda al ejército porque hay barrios sin ley controlados por bandas mafiosas e integristas islámicos. Vete allí Greta y habla con los islamistas sobre la igualdad entre hombres y mujeres. Como eres de izquierdas, a lo mejor no te violan, aunque tengo mis dudas.
El problema de esta chica y de sus secuaces es que todavía gozan de impunidad. Si, cada vez que atentaran contra una central nuclear, un puente, una estación o un cuadro majestuoso, les cayeran penas de cárcel, sin teléfono, sin internet y cien mil euros de multa a cada uno, os aseguro que se les iban a quitar las ganas de luchar.
No son ecologistas comprometidos, sino terroristas ambientales con bula. Eso se cura con educación y mano dura para los que no aprenden.

Publicado el 03/12/2025
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